lunes, 9 de marzo de 2015

Primeros pasos


Las mujeres de mi familia, bisabuelas, abuelas, mi madre... todas han tenido las manos fuertes para trabajar en el campo y delicadas para hacer labores de punto y costura. 

De pequeña aprendí punto de cruz, a bordar a mano, a máquina...  También hice mis pinitos con el punto, aunque no me convenció y lo dejé pronto. 

Mi abuela me enseñó algo de ganchillo, para tenerme entretenida uno de los veranos que pasabamos con los abuelos. Al principio mucha cadeneta y luego una flor, que cuando al fín terminaba y se la enseñaba, me decía, Está muy bien (mientras me la deshacía), haz otra.

Y así una vez, y otra vez, y otra... 

Yo veía que eso no iba a ningun lado, que no avanzaba, no veía resultados. Y lo dejé. 

Guardé la aguja en el costurero y no volví a tocarla.


Cuando Juan Carlos Cruz , me preguntó si le podría tejer algún gorro para sus sesiones de Recien Nacido y Reportajes Infantiles, me obligué a superar ese antiguo "trauma".


40 Años después, coger una aguja de ganchillo ha sido como ponerme el  anillo único...  no puedo soltarla.